“En la noche.
En la alta noche...en la muy alta noche
Oigo voces, dice lucifer
En la noche.
En la alta noche
Cuando las estrellas como vidrios de reptiles trizados bajan a mi oscuro socavón.
Oigo voces, dice lucifer
¿Quién me llama? ¿Quién convoca al triste, al signado a ser sombra de los hombres?
¿Quiénes son éstos que desbordados de inmensas melancolías vienen a mí en ruego sollozante ansiando compartir mis noches, mis ojos de gallo enloquecido y mi libido de padrillo encelado…
Sus ruegos suenan a corales, a salmos sedientos de gozos y desmesuras.
A mi santuario vienen por sus sueños no logrados…Enaltecido los oigo. Vienen pisando el sacrilegio…
Me abismo con ellos en cósmica piedad…. También yo soy un desesperado.
Me piden que les abra los portales prohibidos… que grite la palabra liberadora: ¡Salamanca…!
Y abro los portales y grito:¡Salamanca…! (rompen guitarras)
¡Y digo, éste es mi reino y el de ustedes, y: ¡uf,uf,uf, brotan los torbellinos del azufre, y entran los trasnochados, los negados del placer…Y fu,fu,fuuu, se humedecen en el aroma de las algarrobas y se arrebolan en los ayayayyyy de inmensos besos y caricias, y estalla el tin tin de los charangos, y el ronco bandoneón de las ciudades….
Y los tristes ríen y olvidan
Y los hambrientos comen y beben
Y unos cantan y otros lloran de placer
Y véanlos: se abrazan y besan unidos, desunidos piel a piel como una lampalagua fantástica sin sexo demarcado…en libertad y en canto!
¡Salamanca!”
martes, 10 de junio de 2008
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